Sinopsis

Dentro de quinientos años, la humanidad será capaz de alcanzar uno de los planetas potencialmente capaces de albergar vida. ¿Qué pasaría si ciento once personas cruzaran el espacio durante más de veinte años para comprobar esta posibilidad? Con la tecnología disponible y los avances científicos alcanzados para entonces, mucho tendrían que decir estos viajeros sobre lo que encontrasen en él, e igualmente grande sería la responsabilidad que recaería sobre sus hombros. Porque, con todas las cosas que podrían pasar en la Tierra durante quinientos años, el que sobreviva a tan largo viaje se convertirá en la última esperanza para la humanidad.

La primera parte de Preludio del fin de la Tierra narra todo lo que tendrá que afrontar Gabriel cuando aterrice en un planeta al que no tiene más remedio que alcanzar, y en donde tendrá que emplear todas las habilidades a su alcance para mantenerse con vida y forjarse un futuro que no solo garantice su supervivencia sino la de la raza humana que queda en el moribundo planeta Tierra.

sábado, 20 de mayo de 2017

Gabriel. Parte I.

Hola otra vez hoy.
Como adelantado, os dejo con la primera entrada "de verdad" sobre PRELUDIO DEL FIN DE LA TIERRA. Como podéis ver en el título, habla de Gabriel, nuestro protagonista. Y es la primera de, espero, varias. Os recuerdo aquí el plan que tengo para este blog.
Esta pequeña historia (que como sabéis no está en el libro) está ambientada dentro de la nave espacial que lo lleva al planeta CGT342 y ayuda a comprender lo que Gabriel vive en ella . Sus condiciones, su forma de pasar los días y lo que hace para no derrumbarse.
Sin más, os dejo con ella:

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Hace ya unos cuantos meses que viajo solo. Los demás tripulantes han muerto, aunque eso no es algo que me produzca demasiada intranquilidad. Tan aliviado estoy de que por fin se haya acabado el ambiente tan tenso que reinaba a bordo que ya ni siquiera recuerdo sus rostros.

Quizás sea un truco de mi mente para acallar el dolor que sentí cuando María me abandonó. O puede que, en el fondo, haya deseado que ella también se hubiera ido para no vivir así. Olga… Mei… ya no importa. En mi claustrofóbica soledad, nada de lo que sienta tiene importancia. Lo único que tengo que hacer es adaptarme, y cuando vengan esas sensaciones de desesperación y rabia incontrolable, cerrar los ojos y pensar en lo que me espera en mi destino. Y se me pasará.

Sí… así se me pasará, y volveré a calmarme un poco. Solo un poco.


Esta mañana, al despertarme, el Ordenador Principal me saludó diciendo que faltan más de diez años para llegar a Nueva Esperanza. ¡Diez años! ¡¿Qué voy a hacer en todo ese tiempo?! ¡¿Por qué estoy atrapado aquí?! ¡Debí morir junto a los demás! ¡Si pudiera…!

¡No! ¡No! ¡No!

Calma… calma. Tengo que respirar… respirar… así… poco a poco… no puedo caer en la desesperación. Le prometí a María que sentiría la brisa de Nueva Esperanza, y tengo intenciones de cumplir esa promesa. Aunque sea para hacerla feliz. A ella y los demás.

Quizás, si establezco una rutina que ocupe mi tiempo, pueda controlar esos arrebatos de intensa rabia. ¿O es melancolía lo que me destroza por dentro? Quisiera saber un diagnóstico exacto. O al menos uno aproximado. De esa forma podría evitar volver a padecerlo.

¡Pero es que es muy difícil! ¿¡Por qué estoy aquí?! ¡Miro a través del espacio y no consigo ver nada! ¡A pesar de que la inmensidad del universo tiene infinitas cosas para mostrarme, no hay nada ahí fuera que sea real y pueda alcanzar!

Me gustaría desviar el rumbo de la nave, dirigirme hacia alguna de esas motas de luz que tan atrayente sensación despiertan en mis ojos y perderme en ella. Poco importa si soy o no capaz de alcanzarla. Al menos la tendría delante de mí, y dirigirme a algo que pueda ver podría liberar mi mente. ¡Si al menos supiera dónde está mi destino! El Ordenador Principal insiste en mostrármelo en los Terminales, ¡pero yo quiero verlo con mis ojos! ¡¿Dónde estás, Nueva Esperanza?! ¡Ven en mi ayuda!

Por favor… te lo suplico…


Tener una rutina ha dado resultado. Me levanto todos los días a las ocho de la mañana. Es difícil concebir a la “mañana” en este espacio tan cerrado, pero haciendo un gran esfuerzo imaginativo consigo hacerme a la idea. Aunque resulta extraño que piense así: nunca he visto o sentido el amanecer.

Después tomo el desayuno en la mesa de mi habitación mientras que el Terminal me pone al corriente de las novedades. No entiendo nada, pero da igual. Así mi cabeza está distraída desde muy temprano. A continuación, voy a hacer deporte en una de las salas adecuadas para tal fin. Resulta curioso lo que el Ordenador Principal me prepara todos los días en estas actividades. ¿De dónde saca la imaginación para crear todas esas situaciones fantásticas? Ignoro cómo funciona su mente… si es que tiene alguna. Pero hace su función de maravilla.

Al finalizar, una ducha fría. He leído que es buena para la circulación, pero no termino de acostumbrarme. Quizás cambie esta costumbre, pero me resisto: así compruebo que todavía soy capaz de sentir algo tan real como el agua fría. Después, el almuerzo, y a cada día que pasa me resulta más insípido. Quizás sea porque empiezan a escasear los alimentos.

Calma… respira… no empieces otra vez a desesperarte…

El resto de la tarde… bueno… el resto del tiempo antes de volver a dormirme lo dedico a intentar aprender sobre lo que nunca conocí de la Tierra. Lo más importante de su historia, los hechos que determinaron su actual situación y lo que se estima que le pase al cabo del tiempo.

Es extraño. Pero sin haber estado en ella, siento lástima por sus habitantes. A pesar de todo lo que sufrí con los ciento diez humanos con los que viajé… y sin embargo aquí estoy, apiadándome de ellos. ¡¿Por qué?! ¿Es que soy igual que esos miserables, a los que les debo tanta desesperación? ¡Desearía que se extinguieran todos! ¡Y que sufran, igual que yo sufrí sus decisiones y actos!

¡Calma!...

¡Pero es imposible calmarme! ¡Quiero salir de aquí!

Respira… respira… así… bien… muy bien… ya vuelves a la normalidad…

Quiero salir de aquí. Si pudiera, desearía que se cumpliera el pronosticado destino de la humanidad. Les odio, y quiero que desaparezcan. Si de mí dependiera, las personas de la Tierra desaparecerían. Por lo que sufrí. Por lo que sufrió María. Por lo que nos arrebataron y por lo que nos hicieron.

Sin embargo, algo detiene mis pensamientos. Algo dentro de mí se cuestiona esta afirmación. Es incómodo, impalpable e inamovible. Pero ahí está. Lo puedo sentir. Corroyendo mi tranquilidad y nublando mis deseos. ¿Dejaré de pensar en ello?

No tengo respuesta a esta pregunta. Lo único que puedo hacer es seguir con la rutina que me establecí y tratar de no desviarme de ella. Es difícil. Pero quizás con el tiempo me resulte menos complicado. 


3 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Aix! Cuánto odio, rencor desesperación... pero también se le entiende ¿solo en una nave espacial a 10 años de llegar a su destino?
    La trama no pinta mal del todo, este trozo me recuerda un poco a Passengers, aunque según comentaste arriba este fragmento no está en el libro... ¿quiere decir eso que en el libro encontraremos ya su experiencia en el nuevo planeta?
    No descarto leerlo, sin duda le daré una oportunidad un poco más adelante a ver que tal^^
    Nos leemos!
    María | Krazy Book Obsession

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    1. Hola María,
      Gracias por el comentario y el interés. La verdad es que he de admitir que, como bien resaltas, el fragmento está lleno de mucho rencor. Pero, como también has apuntado, Gabriel pasará muchos años viviendo en soledad en una nave espacial. Aunque también hay un motivo por el que viaja solo, porque en la primera parte del viaje iba acompañado por otros ciento diez viajeros. Algo pasará para que cambie su situación.

      Ahora que lo pienso, la otra entrada «de verdad» sobre el libro (Los Experimentados. Parte 1) también tiene cierto matiz violento.

      Me di cuenta de eso hace unos días. Prometo que la siguiente publicación versará sobre la parte emocionante de la historia. El libro es una mezcla de ambas, pero predominan las experiencias positivas.

      Gracias otra vez por leer este contenido. No aparece en el libro, y es para que la gente tenga una muestra de mi estilo de escribir y un poco de la trama.

      Te avisaré en tu blog cuando la haya publicado.
      ¡Un abrazo!

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    2. Se me olvidaba María, responder a tu pregunta: el 70% del libro es sobre lo que vive en el nuevo planeta.
      El resto, episodios en la nave y en el planeta Tierra, pero que son claves alla leerlos en momentos concretos de la historia.
      Un saludo!

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